El mercado del Real Estate abarca tal variedad de tareas y funciones que hablar de software inmobiliario en general es hacer referencia a una ingente cantidad de tecnologías extremadamente diversas y especializadas en función del tipo de empresa de la que estemos hablando. Porque no es lo mismo trabajar para una empresa patrimonial que para una constructora o una inmobiliaria, muchas empresas del sector dicen sentirse algo perdidas cuando toman la decisión de incorporar un software tecnológico que les permita agilizar procesos. CRMs, ERPs, Soluciones Cloud, Softwares nativos… La oferta llega a ser tanta que no es raro encontrarse con un número nada desdeñable de compañías que se resisten a introducir la tecnología en sus proyectos y continúan gestionando bases de datos y procesos con herramientas manuales, a merced de procesos poco optimizados o, incluso, expuestos a que un fallo de sistema o de seguridad pueda acabar con la información almacenada en discos duros, Excels o documentos personales.

Que la tecnología está aquí para facilitarnos la vida es algo que todos sabemos pero hemos de conocer qué ofrece esa tecnología para saber en qué puede ayudarnos a nivel particular. A la hora de elegir qué programas informáticos debemos contemplar en un proceso de digitalización de nuestro negocio inmobiliario deberemos tener en cuenta la naturaleza de nuestro proyecto y sus necesidades específicas. ¿Vamos a tener que controlar flujos de caja externos? ¿Trabajamos en varios mercados o países? ¿Necesitamos un programa que nos ayude en la comunicación de ofertas en diversas plataformas? ¿Hemos de sistematizar la gestión de nuestros clientes? ¿Precisamos trabajar con un gran número de firmas electrónicas?

Desde nuestra experiencia en el desarrollo de software inmobiliario, en LORUM hemos detectado tres tipos de programas que deberás tener en cuenta si estás pensando en dar el salto en la optimización de procesos de tu compañía: